Miércoles 8 de julio del 2009

PREPAREN

El asunto en torno a las chicas originarias de Centro y Sudamérica, que hasta el momento están desaparecidas para familiares, comienza avivar una línea de investigación que según se sabe, lleva a la búsqueda de fosas comunes en el Distrito Federal, en lugares como sería el Desierto de los Leones.
En centros migratorios del país se han recibido llamadas de angustia y desesperación, porque desde unos tres meses no saben nada de sus seres queridos que llegaron a México con la forma FM-3, que les permitía trabajar en el modelaje y entre otras actividades “artísticas”.
El asunto no es menor, porque está por convertirse en un gran escándalo a escalada internacional, porque si bien es cierto que el tráfico humano aumenta día a día, con especial auge en Chiapas, Quintana Roo, Yucatán, Distrito Federal y el estado de México, México está encasillado por los casos de feminicidio.
En Internet existen avisos cifrados para conocedores, y aquellos que buscan emociones fuertes. Se trata de ofertas para las más increíbles fantasías sexuales como el sadomasoquismo, acción a la que entró el cártel de la Charola, que prácticamente le entra al jugoso negocio dándole a las ilegales a las mafias del sexo.
Hay establecimientos en los que las bailarinas extranjeras exhiben sus cuerpos, tal vez en sus más íntimos pensamientos contra de su voluntad, puesto que toda su documentación permanece retenida por los encargados de esos sitios, y las hacen especializarse en las artes del sadismo y la obtención de placer mediante actos de crueldad o dominio.
Este disfrute puede ser de naturaleza sexual acordada, pero en caso contrario debe ser indicativo de trastorno mental, o el resultado de desviaciones humanas, como son el odio y la venganza.
Cuando terminan sus largas jornadas, esas mujeres se desplazan a zona como el Eje 5 Sur e Insurgentes, o a Polanco, donde todas están a la orden de sus patrones para realizar cualesquiera que sean el “servicio”.
No cabe la menor duda, que éstas son otras líneas de investigación sobre feminicidios, que podrían llevar a dar con el moderno Jack mexicano, que hasta el momento lleva 12 sexoservidoras victimadas todas de origen extranjero.

APUNTEN

Durante 1993, en la calles de la Delegación Cuauhtémoc se suscitó un caso de feminicidio similar a estos crímenes, y aunque se trató de sexoservidoras mexicanas, el caso llamó la atención de la opinión pública nacional e internacional.
En los Archivos Secretos de Policía de La Prensa, se da santo y seña de ese caso que fue aclarado por el entonces comandante de Homicidios de la Policía Judicial del Distrito Federal, José Luis Kennedy.
Ese entonces, de forma misteriosa desaparecieron sexoservidoras que trabajaban en la vía pública, en los alrededores de las estaciones del Metro Hidalgo y Bellas Artes, y luego eran descubiertas en hoteles de paso de la demarcación con los intestinos de fuera, estranguladas, y en el peor de los casos degolladas.
Fue entonces que el comandante Kennedy y sus agentes comenzaron a investigar entre los cuida coches, vendedores callejeros, vagabundos, y un buen día salieron de la nada dos líneas de investigación que apuntaban a las colonias Guerrero y Garibaldi.
Además, muy pronto en un hotel de la Calzada de Tlalpan, una de las recamareras realizaba el aseo cuando hizo un macabro hallazgo: la cabeza de una mujer estaba a un lado de la puerta, y en el clóset el cuerpo degollado de quien después de supo, era una sexoservidora de la zona del Metro Bellas Artes.
El experimentado detective logró dar con los integrantes de la banda de Los Pelones, quienes se reunían cerca de Garibaldi, y eran viciosos que usaban sustancias tóxicas como solventes, cemento de contacto, o activo, y una vez intoxicados hacían de las suyas.
También dieron con la banda de Los Médicos, un grupo de estudiantes de medicina que gustaban del sadismo y tenían gusto de asesinar sexoservidoras callejeras. Unos de los caso más sonados fue el de una mujer a la que una vez bajo los influjos del alcohol la estrangularon, y con ayuda del asiento de una botella de cerveza le sacaron el corazón mismo, que se llevaron de la escena del crimen.
Sin duda se trataba de crímenes horrendos contra mujeres de la vida galante que cayeron en manos de locos. Pero ahora es resultado de un comercio con ganancias millonarias en dólares, controlado por bandas internacionales de tratantes de blancas, y como ya dijimos es una grave situación a punto de estallar.

FUEGO

¿Cambios y más cambios en la procuración de justicia local? Hasta la próxima con más casos En la Mira…

http://enlamira.net/

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