Lunes 8 de marzo del 2010

PREPAREN

La inocente frialdad que caracteriza a los niños al pronunciar algún juicio para con sus compañeritos, siempre hacía sufrir a Héctor Fernando Martínez Aguilar desde que ingresó a la primaria, cuando en la escuela lo miraban, se reían, y luego le decían que no era como los demás, que no era normal.
Toda la vida estaba fatigado, de repente le salían úlceras en la boca y en ocasiones se le hinchaban los pies; presentaba dificultades para respirar cuando corría a la hora del recreo o un salpullido le enrojecía sus mejillas hasta que una intensa fiebre lo tumbaba. Héctor Fernando padecía una enfermedad muy extraña: tenía Lupus.
Sus problemas se agudizaron a partir del tercero de primaría, cuando su estado de salud empeoró al grado que tuvo que abandonar la escuela; entonces sus horas de diversión propia de un niño de su edad fueron sustituidas por largas horas en clínicas y hospitales. Aún así se tiraba en esos pasillos fríos y relucientes, ahí jugaba a que estaba enfermo y que su mamá le daba una pastilla, y todos sus males terminaban: Por desgracia no era un juego, sino una realidad que día con día se complicaba más.
Sus padres siempre estuvieron cerca de él, buscando la forma de auxiliarlo de esa enfermedad que hasta ese entonces era considerada como rara, pero que con el paso del tiempo al igual que otras como la diabetes, el cáncer o el Sida, son denominadas como crónico degenerativas.
Pero hoy, a sus 19 años de edad, Héctor Fernando halló una esperanza de vida, luego que según las diversas opiniones de especialistas estaba desahuciado, y sólo había que dializarlo puesto que tan sólo le dieron escasas 12 horas de vida, porque la enfermedad se lo comía rápidamente. Pero dicen, que cuando más oscura está la noche, es porque pronto va amanecer, y así fue. Un rayo de luz le dio la esperanza de vida a Héctor Fernando, que de manera casi milagrosa lo puso en manos de la Fundación HPG, ubicada en Capulín 13, esquina Pilares, Colonia del Valle.
El tratamiento que actualmente sigue Héctor Fernando, le cayó de maravilla, e incluso dicen sus optimistas padres, que ya no depende de una silla de ruedas; que sus problemas renales se han calmado, incluso su semblante es diferente: tiene luz en su mirada, sonríe y hasta bromea; dice que “muy pronto cumplirá su sueño que es jugar una 'cascarita' con su papá". Esas 12 horas de vida que le pronosticaron, por fortuna se han convertido ya en días, semanas, y primero Dios los meses y años que le faltan.
No obstante, Fundación HPG, lucha diariamente por el financiamiento de otras instituciones no lucrativas, puesto que sus métodos naturistas son muy costosos, son mezclas de ácidos grasos naturales que limpia el cuerpo desde las células, y otros pacientes aseguran que en verdad se trata de un verdadero hallazgo científico realizado por mexicanos.
Antes de tomar ese tratamiento, Héctor Fernando le dijo: “papá, yo ya no quiero ser una carga para ti, quisiera echarle ganas, pero no puedo”, y eso le hizo sentirse impotente ante la adversa realidad que se le presentaba. Fue así que consultó a varios especialistas, y uno de ellos le dijo que cuando a un paciente lo van a dializar es porque está desahuciado, y solo hay que esperar lo peor.
Pero este tratamiento es una esperanza de vida para otros tantos miles de niños y adultos que sufren el padecimiento de enfermedades crónico-degenerativas.

APUNTEN

La crueldad del secuestro en México fue mostrado en horario estelar de la televisión de los Estados Unidos, pues en la cadena abierta NBC recreó el secuestro del empresario mexicano Eduardo García Valseca, ocurrido en 2007.
Presentado como un capítulo inicial en la temporada de primavera por la revista de documentales "Dateline", la historia de García Valseca fue descrita como un infierno en el que confluyen la incertidumbre de una familia, la valentía de una esposa y el retrato de una industria criminal que agobia a miles de familias en México.
"Ésta es la historia de alguien que entró al infierno y logró salir", se afirma en ese documental rodado en San Miguel de Allende, donde Eduardo García Valseca fue secuestrado por una banda criminal que, según la cadena NBC, continúa impune sin ser castigada.

FUEGO

¿Qué Protección Civil capitalina ya no realizan verificaciones en antros a raíz del caso del Bar-Bar? Hasta la próxima, con más casos En la Mira...

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