Lunes 12 de enero del 2009

PREPAREN

La deferencia de Barack Obama -por decirlo de alguna forma- de reunirse antes de tomar posesión con el Presidente Felipe Calderón, es algo que sin duda va más allá de una mera cortesía, debido a que se trata de un asunto de extrema seguridad para los Estados Unidos.
Desde mucho antes que concluya la administración de George Bush, la frontera sur estadounidense se ha militarizado a pasos agigantados, en lo que podría interpretarse como una acción para evitar el paso terrestre de droga sí, y al mismo tiempo salvaguardar su propio territorio, ante el desbordado narco mexicano.
En otro orden de ideas, aquí va esto para los expertos del Derecho: los magistrados del Décimo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, Carlos Enrique Rueda Dávila y Juan Wilfrido Gutiérrez Cruz, en manera muy “extraña” negaron la reparación de las garantías individuales al quejoso Raúl Rafael Gallardo Villa en el amparo de D.P. 363/2008-I, pues sólo se le concedió por cuestiones intranscendentales en cuanto a su pena.
El licenciado defensor Oscar Sandoval, explicó que las violaciones individuales consistieron en darle efecto retroactivo a la fracción I del artículo 220 del Nuevo Código Penal vigente para el D.F., debido a que dicha disposición legal fue derogada mediante decreto de la Asamblea Legislativa de fecha 15 de mayo del 2003 y el robo agravado que se le imputó al acusado fue cometido el 8 de marzo del 2003.
Así, la concesión del amparo fue para efectos triviales, pero nunca sobre el reparo de las violaciones de sus garantías consistente en la retroactividad de la ley, y del principio de la ley más favorable que aluden los artículos 14 Constitucional y 10 del citado Código: Su indebido actuar lo plasmaron en la resolución de fecha 11 de diciembre del 2008 en el Juicio de Amparo D.P. 363/2008-I.
La Cuarta Sala Penal del Distrito Federal, en la Toca de Apelación Número 2103/2003, confirmó la pena de prisión de 3 años fijada por el Juez de Primera Instancia relativo al recurso de apelación en contra de la Sentencia de fecha 11 de noviembre del 2003 dictada por el Juez Cuarto de lo Penal de esta capital, luego de que sólo se tomó en cuenta para dicha punición la agravante de Violencia Moral, sin tomar en cuenta que se trata de una punición concomitante del tipo básico de robo; y si para éste delito no se fijó pena, es evidente que tampoco la debieron haber fijado así los encargados de dicha sala para la agravante aludida.
De ahí que, los magistrados del Décimo Tribunal Colegiado del Primer Circuito en Materia Penal, debieron reparar tales violaciones a las garantías individuales del quejoso en dicho juicio de amparo, toda vez, que la punición por la agravante no puede subsistir de manera autónoma e independiente de la punición del delito básico de robo, respetando el principio universal que lo accesorio sigue la suerte de lo principal.
Por otra parte, el Magistrado Jorge Ojeda Velázquez del Décimo Tribunal Colegiado del Primer Circuito en materia Penal se inclinó por reparar las violaciones a las garantías individuales del quejoso emitiendo su voto particular mediante el cual, advierte la concesión del Amparo y Protección de la Justicia Federal de forma lisa y llana, declarando fundados los conceptos de violación hechos valer del quejoso.

APUNTEN

Dicen que es inminente salida de Manuel Mondragón y Kalb de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSP-DF), “por motivos de salud”, pero es un secreto a voces que se debió a las diferencias con el jefe del gobierno Marcelo Ebrard, por no acatar sus indicaciones.
Viejos miembros de “La Hermandad ”, como Luís y Felipe Rosales Gamboa, Pedro Luna Pacheco, Darío Chacón Montejo, y otros, ya estarían urdiendo maniobras para impedir que llegue al mando de la corporación un auténtico policía de carrera, que les impida seguir manteniendo el control.
Al tomar posesión Mondragón y Kalb, la primera instrucción fue que debía acabar con los cotos de poder, la corrupción generada por los viejos policías que aún seguían en cargos importantes; por el contrario, Mondragón reincorporó a viejos elementos policíacos, algunos incluso ya jubilados, o bien con la sospechas de ser policías corruptos.

FUEGO

En el caso de Hermenegildo Lugo, ¿qué siempre no? Hasta la próxima, con más casos En la Mira…

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