Lunes 5 de enero del 2009

PREPAREN

Cuando el Presidente Felipe Calderón advirtió que su administración no negociará con integrantes de la delincuencia organizada, se sabe muy bien a lo que se refiere considerando que durante el sexenio pasado, Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera fue trasladado del entonces penal de máxima seguridad de Almoloya de Juárez, al de Puerta Grande Jalisco, sitio en el que encontró su cómoda salida.
La leyenda de este hombre data de tiempo atrás, y para muestra basta sólo un botón: luego de que elementos de la entonces Secretaría de Protección y Vialidad capitalina se dieron cuenta que en forma sospechosa permanecía estacionada una camioneta Suburban con vidrios polarizados en las inmediaciones del Peñón de los Baños, a unos cuantos pasos del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, los uniformados realizaron la inspección ocular.
Así, se percatan que en el interior había armas largas y dinero en efectivo, pero cuál sería su sorpresa, que en el asiento del copiloto estaba ni más ni menos que “El Chapo” Guzmán. De inmediato dieron parte a la superioridad, y sólo bastaron unos minutos para que a bordo de un helicóptero del Agrupamiento Cóndor llegara Santiago Tapia Aceves, jefe de la policía hasta 1993.
La orden fue precisa: las armas, el dinero, la camioneta y los detenidos al Sector Balbuena, ahí negociaron con Tapia Aceves lo que sería la primera fuga de “El Chapo” Guzmán, aunque más tarde Tapia Aceves fue consignado por delitos contra la salud, cohecho y ejercicio indebido del servicio público, en virtud de haberse acreditado su presunta responsabilidad al permitir la salida del capo, con la cooperación de otros altos mandos, como Fulvio Jiménez Turegano.
Entonces en Tijuana, comenzó a destacar el clan de los hermanos Arellano Félix, que comenzaron una encarnizada batalla permanente por el dominio noroeste del país para el cultivo y trasiego de droga. Entonces se suscitó la masacre de la discoteca Kristine en Puerto Vallarta, Jalisco, donde estallaron dos granadas en medio de los asistentes, seguidos por ráfagas de AK-47.
En ese entonces las tropas de “El Chapo” buscaban a dos de los hermanos Arellano Félix, y envió por ellos a una fuerza de más de 40 mercenarios. Desde entonces, la violencia ha ido creciendo, al igual que la incapacidad de la autoridad para hacerle frente.
Esa violenta acción obedeció a que antes, los Arellano habían mandado un “regalo” a su rival cuando festejaba los 15 años de una jovencita relacionada con el Güero Palma y los hermanos Zambada en el Hotel Camino Real de Guadalajara, una fiesta hecho que por cierto no acarreo la tragedia que se esperaba, debido a que los sicarios que deberían colocar una bomba sin querer se convirtieron en “camicaces” pues al operar mal el artefacto les estalló en las manos.
En otra ocasión, al ser detenido “El Chapo”, en una acción un tanto cuanto imprecisa, se acreditó como integrante de la Policía Federal de Caminos (PFC) y dicha “charola” estaba firmada por propio director de la corporación José Luis Solís Cortes, cuyo indicativo era “Dragón”, quien luego fue detenido y llevado a prisión, pero se conoció en los medios que el señor esa propietario de una flota de aerotaxis.

APUNTEN

Luego de que el pasado 1 de enero elementos de la policía federal capturaron en flagrancia a ocho presuntos delincuentes en posesión de un camión repleto de productos lácteos de la empresa Nestlé, fueron entregados a la policía judicial en Tláhuac. El automotor, la mercancía y supuestos ladrones quedaron a disposición del agente del ministerio público adscrito a la Fiscalía especializada en Robo al Transporte de la Procuraduría capitalina, donde rindieron su declaración.
Horas más tarde, el ministerio público los consignó ante el Juez 51 en Materia Penal con sede en el Reclusorio Preventivo, según fuentes allegadas a este espacio, dichas declaraciones habrían sido muy “flojas” a fin de que puedan lograr su libertad, pese a que fueron identificados por el chofer del camión. Entre los consignados están Reyna Izalia Ruiz Gutiérrez, Alfredo Gracia Pérez, Gonzalo Canchola Valadez, José Luis Escamilla y otros tantos, algunos tendrían antecedentes penales.
Aunado a esa situación, se suma la forma en que varios productos de esta naturaleza son comercializados de manera clandestina, situación con la que se violan las normas de calidad de estos productos perecederos, debido a que es alterada la fecha de caducidad.

FUEGO

¿Listos los cambios en las instituciones se seguridad locales y federales? Hasta la próxima, con más casos En la Mira…

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