PREPAREN
Presentaciones ante los medios de comunicación como la de Abel Silva Petriciolet, presunto líder de la banda de plagiarios a quienes se le adjudican los secuestros y crímenes como los ocurridos con Fernando Martí y Antonio Equihua, lo cual sucedió precisamente antes de la comparecencia del secretario del ramo ante el Senado de la República, podría parecer una nota casual, pero francamente desorientan para la opinión pública en torno a la realidad de lo que ocurrió en ambos casos.
Parecería indicar que ese giro noticioso llevaría además el propósito de evidenciar las investigaciones que hizo la Procuraduría de Justicia local. Pero no creemos que eso afecte al actual titular, pues no hay que olvidar que a su llegada no le quedó más remedio que aceptar dichas investigaciones que ya estaban adelantadas, porque así lo dicta el sistema.
De ahí que aceptó como validas las indagatorias que pusieron en su escritorio, que tenía hasta ese momento la policía judicial capitalina, cuya actuación por otra parte ha dejado mucho que desear.
Entonces, se informó que fue detenido por la PFP en el Estado de México, "El Di Caprio" y que había sido ubicado desde el pasado martes en un domicilio del Municipio de Atizapán de Zaragoza, que desde hacía meses era vigilado, según dijo el coordinador de Inteligencia para la Prevención de la corporación, Luis Cárdenas Palomino.
Lo mismo sucedió con el caso Martí, donde resultó de forma dramática el involucramiento de policías judiciales del Distrito Federal. También tas el fallido rescate de la señora Ceballos Coppel, cuando la opinión pública se enteró del homicidio de dos brillantísimos elementos del GERI, a quienes bajo ningún concepto se les pudo haber tildados de confiados o de inexpertos.
Resulta digno el hecho, de que se ponga en conocimiento que "El Di Caprio" era enlace directo de la llamada banda de “Los Tiras”, que está compuesta por el famoso cártel de la Charola, en el cual participan no sólo judiciales del DF sino de todas las corporaciones policiacas locales, federales y municipales.
Cabe entonces señalar, que ese propósito mediático acarreó más que descontrol en el propio Alejandro Martí, doliente permanente de lo acontecidos a su hijo Fernando, y quien en cada declaración pública se le nota más confundido, porque no ha sido posible quedar bien con todos, y justo al momento en que también se dice que el ahora detenido no tiene nada que ver con la famosa banda de la Flor y El Apá. Por eso señaló, “seré paciente, porque no busco venganza, busco justicia”.
El estaba en Monterrey, donde esperaba reunirse con el gobernador electo de Nuevo León, al enterarse de la noticia, sin embargo, prefirió esperar a que se compruebe si realmente ese sujeto secuestró y dio muerte al menor, junto con Noé Robles Hernández, presunto autor material del crimen, pues los delincuentes, dijo, suelen cambiar sus declaraciones.
Sólo quedaría agregar, para aquellos que creen burlarse de Mancera Espinosa, y que operan dentro de la misma institución capitalina, están lejos, muy lejos de salirse con la suya.
APUNTEN
Aquí lo hemos dicho, y lo sostenemos. Los malos elementos están perfectamente ubicados por Inteligencia Militar, y por integrantes de corporaciones policiacas internacionales que operan en este México quiérase o no.
Y a propósito de éstas, definitivamente han servido, y sirven para eliminar a elementos que protegen a las diversas bandas de secuestradores, pero eso no significa de ninguna manera que esté acabando con las mismas, porque si se encarcelan a unos cabecillas, otros tantos toman su lugar.
Están dentro de la procuraduría, y lo sabe el procurador, no es gente que por las mañanas se chupe una paleta, ni se divierta con las aventuras del Chapulín Colorado; está muy consciente de todo lo que ocurre.
FUEGO
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