En lo que va de las presentes administraciones gubernamentales, de la local y la federal, las procuradurías buscan reventar al llamado cártel de la Charola, una temible banda integrada por malos elementos de varias corporaciones policiacas, incluidas varias entidades del interior del páis.
En el búnker ubicado en la colonia Doctores, ocurre por primera vez el curioso hecho que agentes, jefes de grupo y comandantes se acercan a periodistas para dar de viva voz sus propias versiones de lo que ocurre, justo en momentos cuando la policía judicial capitalina alcanza un alto grado de corrupción, pues adentro se manejan sectores de la gran mafia que se disputan la hegemonía con participación directa con el crimen organizado que opera en la capital.
En medio de esta realidad, se sabe que el chofer de la señora Yolanda Cevallos Coopel -como consta en una grabación- enteró a la policía cuando menos ocho días antes que su patrona iba ser secuestrada, y hasta se montó una guardia en las inmediaciones del Parque Hundido, frente a las oficinas de la víctima, y ni así evitaron los hechos.
Por fortuna hay interesados en que se conozca la verdad, algunos mandos honorables sienten confianza en los periodistas y hablan con ellos, o bien lo hacen por escrito y de manera anónima, así de una u otra forma el mensaje llega al destinatario.
Según revelaciones de ellos, hay preocupación y naturalmente temer por la acción revisora que va emprenderse, ya que rodaran más cabezas del más alto nivel hasta el último de esos servidores públicos.
A su llegada al frente de la Procuraduría del Distrito Federal, el doctor Miguel Ángel Mancera fue sorprendido por una corporación corrupta, y tras su toma de protesta ante el pleno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), tras llegar a su despacho de dedicó a cumplir con las instrucciones del jefe del GDF, Marcelo Ebrard, para resolver el caso del joven Fernando Martí, y el caso de la banda de La Flor.
A éstos siguieron otros casos más polémicos, como el de Casitas del Sur, y últimamente con la muerte de los jefes del Grupo Especial de Reacción e Intervención (GERI) ocurridas durante el rescate fallido de la señor Yolanda Ceballos Coopel, pues se filtró que las balas de otros elementos mataron a los experimentados mandos, quienes en realidad jamás hubieran caído en una trampa como se pretende hacer creer a la opinión pública.
Toda esta serie de tropiezos en los que ha caído el doctor Mancera, obedecen a la corrupción interna derivado de los intereses que existen en la corporación desde hace mucho tiempo, vinculados directamente al crimen organizado, por lo que existen órdenes directas de Marcelo Ebrard, de poner un hasta aquí a estos criminales con charola.
APUNTEN
Altos mandos de la policía judicial aseguraron que fueron varios los errores fatales cometidos durante el fallido operativo para rescate de la señora Yolanda Ceballos Coppel, pero ello es totalmente adecuada la reacción que tuvo el Procurador Miguel Ángel Mancera, quien se propone esclarece todo el enredo del “fuego amigo” hasta sus últimas consecuencias, para determinar quiénes fueron los elementos del GERI que dieron muerte al comandante Julio Rincón y al jefe de grupo Antonio Moreno, y si ello fue deliberado.
Dijeron que prueba de ello, es que Mancera Espinosa habla en serio son los ceses fulminantes de Juan Avilés Maya, titular de la Fiscalía Antisecuestros, del comandante de la Fuerza Antisecuestros (FAS), Erasmo de la Rosa, porque deliberadamente ocultaron la información real de los hechos, por eso ya rinden su declaración ante el agente Ministerio Público.
También es de gran valía que el doctor Mancera reconoció públicamente que fueron balas de los mismos elementos del Grupo Especial de Reacción e Intervención (GERI) las que privaron de la visa a los jefes de ese grupo, disparadas atrás de ellos. Al informar lo anterior, ordenó la separación inmediata de sus cargos de Juan Avilés y Erasmo de la Rosa, quienes estaban a disposición del agente del ministerio público, pero los mandos honestos esperan que caigan más responsables.
Los altos jefes de la policía judicial que fueron consultados sobre el caso, señalan que fueron varios los errores que nunca deben ser repetidos para evitar otra tragedia, como fue la falta de reconocimiento amplio de la casa de seguridad donde estaba secuestrada la empresaria Yolanda Ceballos Coppel.
FUEGO
¿Hace un mes sobrevolaron helicópteros de la policía federal sobre el bunker? Hasta la próxima, con más casos En la Mira...
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